Juntas rotativas: Juntas de laberinto

Los cierres de laberinto proporcionan una protección total a los rodamientos, ya que retienen el lubricante e impiden la entrada de cualquier contaminante extraño. La junta de laberinto se compone de dos piezas unidas entre sí: una estática colocada en el alojamiento del rodamiento (estator) y una dinámica, montada sobre el eje (rotor). Ambas piezas forman un laberinto en el que, al no existir ni contacto ni rozamiento, no se produce desgaste.

El estator retiene el lubricante del rodamiento y le obliga a retornar hacia el interior. El rotor capta los contaminantes y los expulsa por fuerza centrífuga y por gravedad a través de un drenaje situado en la parte inferior del laberinto. El rotor del cierre de laberinto incorpora una junta tórica que tracciona con el eje, evita la fuga de lubricante y sella el equipo contra la entrada de vapores y gases.

Diseños específicos:

  • Servicios generales VBXX®, VB45-S™, mini66™, Guardian®.
  • Ambientes corrosivos (PTFE con carga de vidrio) Iso-Gard®.
  • La protección del ingreso de polvo Air Mizer®, Micro-Tec® II.
  • La protección frente a corrientes parásitas CDR®, MGS®, SGi®.

Nuestras juntas de laberinto se adaptan al equipo a proteger y no al revés, gracias a la diversidad de opciones: con o sin brida; de sección reducida; para ejes escalonados; para ejes verticales; para soportes partidos de rodamiento etc.

Accede a nuestro catálogo