Rascadores para sistemas hidráulicos extremos

Los rascadores sirven para proteger el interior del sistema hidráulico, evitando la entrada de contaminantes dentro de sus cilindros. Los cilindros que componen el grupo hidráulico necesitan operar en condiciones óptimas. La  entrada de contaminantes, ya sea en mayor o menor volumen, puede tener un gran impacto en el rendimiento de los cilindros, pudiendo provocar la inutilización de parte del sistema, lo que supondría una costosa reparación.

En el artículo de hoy nos centraremos en los sistemas hidráulicos más críticos, ya sea por la presión a la que está sometido, a las condiciones de temperatura de la aplicación o a la alta presencia de contaminantes.

Por ejemplo; es el caso de la retropala, un sistema hidráulico que está sometido a alta presión, temperaturas oscilantes (la variación entre la temperatura diurna y nocturna es fuerte) y un medio sucio.

Factores críticos en los rascadores de sistemas hidráulicos

Partículas contaminantes

Uno de los puntos más peligrosos en un sistema hidráulico es la entrada de elementos contaminantes en el cilindro. Este deberá trabajar en un entorno lleno de partículas sólidas como arena, roca, polvo y muchas otras, pudiendo entrar en contacto con el agua y, además; deberá enfrentarse a las condiciones climatológicas del entorno. A menudo, el rascador es uno de los elementos menos costosos del ensamblaje de la máquina. Por ello, es preciso seleccionarlo en base a unos criterios que garanticen su correcto funcionamiento, lo que permitirá prolongar su vida útil.

El rascador que hay que utilizar en los sistemas hidráulicos extremos debe tener un diseño robusto y un montaje que permita una fuerte interferencia entre su labio y el vástago del cilindro. Este punto es vital para evitar la entrada de cualquiera de las partículas antes comentadas. Además, deberá tener una resistencia alta al desgaste por abrasión, causada por el rozamiento con todo tipo de partículas sumado al factor temperatura.

 

 

Presión, temperatura y entornos extremos

El rascador tendrá que resistir las altas presiones de la hidráulica pesada, por lo cual volverá a ser determinante la robustez y el material de la junta.

El poliuretano es una buena opción, puede trabajar en entornos con temperaturas desde -40ºC a 90ºC, y en aplicaciones de alta presión debido a su alta resistencia mecánica.

Sin embargo, presenta el problema de la hidrólisis. Este fenómeno se produce cuando el poliuretano está en contacto con agua o en ambientes húmedos. Por ello, es preciso seleccionar un poliuretano especial, formulado para resistir este fenómeno.

Contacto con medios críticos

En la actualidad, existen muchas aplicaciones donde el rascador tiene que trabajar en contacto con medios críticos; por ejemplo, en la industria química.

Así, ocurre con el mezclador industrial de una planta de procesamiento de productos químicos, que se dedica a la compactación de cualquier tipo de producto. En este caso, la selección del rascador va a estar orientada al contacto con la sustancia a procesar y también a altas temperaturas, debido al lavado que este tipo de maquinaria exige para poder producir de forma limpia y exenta de bacterias.

En este sistema, factores como la presión pasarán a un segundo plano, pero el medio y la temperatura cobran mucha importancia.

Una buena elección podrían ser los rascadores de PTFE, evitando así que el ataque químico pueda perjudicar el buen funcionamiento de este.

Aparte, este tipo de máquinas suelen ser lavadas con el sistema CIP, que consiste en hacer circular a través del equipo una mezcla de agua caliente con productos químicos disueltos. Por ello, el rascador en base PTFE va a ser esencial para aguantar tanto la temperatura de lavado como la acción de los componentes químicos de la mezcla.

Para más información, no dudes en consultar con nuestro equipo de expertos, quienes te propondrán la mejor solución para tu aplicación.

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